Hoy ha sido uno de esos dias que no sabría muy bien cómo definir...
Estuvo bien... Normal. Pero hubieron detalles que reavivaron la ilusión. Tal vez fueran una mera fantasía de mi mente, o quizá no, qué se yo, acompañados de la típica incertidumbre que genera el hecho de no saber qué pasa por la mente ajena en esos instantes, en esos momentos que te alegran el dia y que, si tuviéramos la certeza de que esa persona que los genera piensa lo que deseamos, serían perfectos. Fue un momento deseado pero no por ello inesperado, acompañado de otros que en otras circunstancias hubiesen generado sentimientos similares, pero hoy no era su momento, hoy a esos momentos (a los otros) les tocaba interponerse.
Ahora ya son horas de dormir, y es lo propio hacerlo, pero dormir frecuentemente implica soñar, así que es mi deber hacerlo. Porque soñar es bonito, y cuando lo hacemos no existen los límites, los prejuicios ni la mala conciencia. Porque soñando disfrutamos a menudo de lo que no somos capaces de disfrutar despiertos. Pero sobre todo, porque me apetece hacerlo.
Mañana será otro dia y nos volveremos a encontrar, espero, en el mismo sitio y en circunstancias similares. Será una nueva oportunidad de hacerlo bien.
Estuvo bien... Normal. Pero hubieron detalles que reavivaron la ilusión. Tal vez fueran una mera fantasía de mi mente, o quizá no, qué se yo, acompañados de la típica incertidumbre que genera el hecho de no saber qué pasa por la mente ajena en esos instantes, en esos momentos que te alegran el dia y que, si tuviéramos la certeza de que esa persona que los genera piensa lo que deseamos, serían perfectos. Fue un momento deseado pero no por ello inesperado, acompañado de otros que en otras circunstancias hubiesen generado sentimientos similares, pero hoy no era su momento, hoy a esos momentos (a los otros) les tocaba interponerse.
Ahora ya son horas de dormir, y es lo propio hacerlo, pero dormir frecuentemente implica soñar, así que es mi deber hacerlo. Porque soñar es bonito, y cuando lo hacemos no existen los límites, los prejuicios ni la mala conciencia. Porque soñando disfrutamos a menudo de lo que no somos capaces de disfrutar despiertos. Pero sobre todo, porque me apetece hacerlo.
Mañana será otro dia y nos volveremos a encontrar, espero, en el mismo sitio y en circunstancias similares. Será una nueva oportunidad de hacerlo bien.
Y tú, ¿has sonreído hoy?
No hay comentarios:
Publicar un comentario