domingo, 24 de enero de 2010

Sin tí...

"La Luna está cediendo paso al Sol, y Venus se despide hasta mañana, el mar sigue rompiendo junto a la playa, y ha vuelto a pasar otro día sin tí..."

Sin tí - Nena Daconte (Retales de Carnaval)



Y tú, ¿has sonreído hoy?

jueves, 21 de enero de 2010

Ilusión

Hoy ha sido uno de esos dias que no sabría muy bien cómo definir...

Estuvo bien... Normal. Pero hubieron detalles que reavivaron la ilusión. Tal vez fueran una mera fantasía de mi mente, o quizá no, qué se yo, acompañados de la típica incertidumbre que genera el hecho de no saber qué pasa por la mente ajena en esos instantes, en esos momentos que te alegran el dia y que, si tuviéramos la certeza de que esa persona que los genera piensa lo que deseamos, serían perfectos. Fue un momento deseado pero no por ello inesperado, acompañado de otros que en otras circunstancias hubiesen generado sentimientos similares, pero hoy no era su momento, hoy a esos momentos (a los otros) les tocaba interponerse.

Ahora ya son horas de dormir, y es lo propio hacerlo, pero dormir frecuentemente implica soñar, así que es mi deber hacerlo. Porque soñar es bonito, y cuando lo hacemos no existen los límites, los prejuicios ni la mala conciencia. Porque soñando disfrutamos a menudo de lo que no somos capaces de disfrutar despiertos. Pero sobre todo, porque me apetece hacerlo.

Mañana será otro dia y nos volveremos a encontrar, espero, en el mismo sitio y en circunstancias similares. Será una nueva oportunidad de hacerlo bien.



Y tú, ¿has sonreído hoy?

lunes, 18 de enero de 2010

Déficit

A menudo se nos exige dar lo máximo de nosotros mismos. Y te esfuerzas por que así sea, inviertes tiempo y dedicación en conseguir tus propósitos, te esfuerzas por alcanzarlos pensando en que lo vas a lograr y das el 99,9% de tí mismo para conseguirlo. Pero ese 99,9% no siempre es suficiente.

Hay ocasiones en que la diferencia entre éxito y fracaso viene marcada por ese 0,1% restante que parece imposible de alcanzar. Es entonces cuando te planteas si merece la pena seguir adelante, seguir intentándolo una y otra vez, aún a sabiendas de la dificultad que entraña el cometido. Parece imposible ser capaz de alcanzar el 100%, la perfección. Eso significaría quedar exhausto, agotado, pero satisfecho. Y curiosamente (al menos en mi caso) la respuesta casi siempre es SÍ. Sí por el tiempo y el esfuerzo invertidos hasta el momento en alcanzar ese 99,9% maldito. Sí por el espíritu y las ganas de superación. Sí porque si la respuesta fuera NO sentiría haber fracasado. Y sí porque hay cosas por las que merece la pena luchar aunque ello suponga caer rendido para conseguirlo.

Todas las decepciones son una oportunidad de aprendizaje en potencia, sólo hay que saber leerlas y aprender de ellas. Aprender es la clave de la vida, y la solución a la inmensa mayoría de los problemas, la lástima es que la vida sólo dure una vida, y no haya tiempo para más...

Esta mañana sufrí ese déficit del 0,1%, o al menos esa es la sensación que se me quedó, y no fue nada grato. Pero aún no son siquiera las 3 del mediodía, queda todo un día por delante y en España cenamos tarde, aprovechamos el tiempo con los amigos, nos divertimos y salimos a la calle. En resumen: disfrutamos de la vida.

Así que me he propuesto salir a la captura de mi 0,1% perdido y pienso encontrarlo. Sé donde está, y me gusta quién tiene al lado. Será difícil, pero lo bueno es que sólo depende de mí.



Y tú, ¿has sonreído hoy?

domingo, 17 de enero de 2010

Ceguera

A veces estamos tan ciegos que no somos capaces de ver lo que para el resto de la humanidad es evidente. A veces nos empecinamos en sostener ideas y comportamientos que consideramos acertados, aún cuando todo el mundo a nuestro alrededor nos diga que nos estamos equivocando. Y es en estas ocasiones cuando deberíamos pulsar el botón de Pause y recapacitar.

La vida es sólo una y además es corta. Y no es plan de pasar por ella sin pena ni gloria, sin pararnos a disfrutarla a pequeños sorbitos (que suelen ser los más sabrosos) y, por supuesto, no es plan de cometer errores evitables. Hacerlo supondría fracasar en ella o, cuanto menos, no disfrutarla, lo que (para los que seáis religiosos) debería considerarse pecado capital. Somos humanos, y es propio equivocarse, pero debería ser obligado rectificar, aprovechar las oportunidades que se nos brindan y disfrutarlas al máximo, ser felices, tomar un buen capuccino caliente al lado de la chimenea en un día de tormenta y comer paella (como buen valenciano de pro que soy) los domingos en casa de la abuela. Pero por encima de todo debería ser obligado enamorarse. Porque, a fin de cuentas, es la capacidad de amar (dejando a un lado el cociente intelectual) lo que nos diferencia del resto de animales, ¿no es así?

Ya lo dice el gran Andrés Calamaro en su canción Jugando con fuego:

"debería estar prohibido haber vivido y no haber amado"

Un santo nunca podría tener más razón que él. Ni aunque se empeñara. Porque no amar es sinónimo de pasar por esta vida sin pena ni gloria, y ya hemos hablado de lo que eso supone. Porque no dar ese beso puede significar perder a esa persona que nos haga soñar. Porque no hacerlo es no vivir.

Hoy leí una cita en Facebook de una amiga mía que me hizo recapacitar, decía lo siguiente:

"No busques a la persona de tus sueños, busca a esa persona que sin ser perfecta te haga soñar"

Y es que, a veces somos cenizos y nos empeñamos en lo que realmente no queremos, si no en lo que creemos que deberíamos querer, y aún sabiendo que realmente no es así nos autoconvencemos de ello. Luego pasa el tiempo y recapacitamos, queremos rectificar, sabíamos que nos iba a tocar hacerlo y nos arrepentimos porque sabemos que puede ser tarde para ello. Y normalmente lo será...

Seamos humanos, cometamos únicamente los errores inevitables, disfrutemos de la vida y, por encima de todo, no dejemos escapar las oportunidades que nos brinda, porque, si son lo suficientemente buenas serán únicas y, por tanto, no se van a repetir.

Está en nuestras manos curarnos esa ceguera, tenemos en nuestro poder la medicina que nos permita vivir la vida como se merece. Hagámoslo...



Y tú, ¿has sonreído hoy?