Hay veces en las que quieres decir cosas, expresar opiniones o sentimientos y no sabes por qué te cuesta más de lo habitual, te haces un lio, se te acumulan las ideas en la cabeza y las palabras en la boca y no hay manera, no salen. Casi siempre hay una canción que refleja bastante bien lo que queremos decir, y este caso Amaral lo define perfectamente. A veces la respuesta a una pregunta a priori fácil puede no serlo tanto, a veces, incluso algo tan sencillo como decir lo que quieres decir no es tarea fácil...
Hace unas noches disfruté de uno de esos momentos especiales que tanto me gustan, casi siempre suceden de noche y, ahora que lo pienso, también casi siempre por el mismo sitio. Aunque esta vez no fue del todo como siempre; esta vez cambié la compañía por la soledad y la luz de la luna por la luz de las estrellas durante un rato. Y para mi sorpresa fue muy agradable, máxime cuando no me sentí solo en absoluto por momentos y disfruté, en cierto modo, de quizá la mejor compañía posible en aquel instante y en aquel lugar, o cuanto menos, de la que más me apetecía en ese momento. Fue una noche diferente, bonita y acompañada del rumor del mar de fondo, que me encanta.
Dicen los expertos que hasta dentro de 18 años no se podrá disfrutar de una noche igual a la del otro día, lo que la convierte en una noche casi única. Así quise vivirla y creo que lo conseguí, aunque en cualquier caso siempre hay una nueva oportunidad y, aunque esta sea dentro de dos décadas, intentaré que sea al menos tan mágica como esta lo fue.
Yo, por mi parte, haré lo que pueda para conseguirlo, dejemos que el tiempo se encargue del resto...
Yo, por mi parte, haré lo que pueda para conseguirlo, dejemos que el tiempo se encargue del resto...
Y tú, ¿has sonreído hoy?