Ahora que llega el calorcito me vienen a la cabeza muchas cosas, mezcla de sol, verano y estrellas fugaces. Son fechas de aniversarios muy íntimos y privados que casi nadie conoce y que seguramente sólo yo celebraré, aunque sólo sea por mi carácter romántico o simplemente por el buen sabor de boca que siempre te dejan los recuerdos bonitos (de dulces los califiqué en su momento) al ser recordados, no sé, pero lo haré.
El otro dia vi "El secreto de sus ojos" a recomendación de una buena amiga mía, y curiosamente de toda la película me quedé con una frase. Decía así:
"Elija bien, lo único que nos queda son recuerdos. Al menos que sean lindos, ¿no?"Y cuánta razón tiene. Cierto es que no se puede vivir de recuerdos, que hay que mirar para adelante y tratar de superarse dia a dia, intentar mejorar y seguir avanzando constantemente, pero oye, a veces es necesario levantar el pie del acelerador un rato y respirar, y a mí hoy me apatece detenerme un momento y respirar hondo, sentir ese refrescante olor salado de la brisa marina de noche y refugiarme del mundo por un rato, disfrutando y saboreando de nuevo esos lindos recuerdos que cumplen años por estas fechas, quizá con el inconsciente propósito de refrescar la mente pensando en el futuro, quién sabe.
También por estas fechas hace un año otra serie de cosas sucedían, ya no de recuerdos tan idílicos pero que finalmente también resultaron bien, quizá incluso mejor de lo esperado. Por desgracia esas sí vuelven año tras año desde hace unos cuantos, aunque ligeramente distintas y cada vez más pesadas, pero confío en poder sacudírmelas de encima pronto para poder enterrarlas en cofre del olvido; ese sitio en el que no molestan y que, si algún día lo necesitas, puedes volver a abrir para echarles un ojo de nuevo, recargar las pilas y coger fuerzas renovadas recordando que pasate por ahí y que fue duro pero pudiste con ello, que siempre anima.
En definitiva, son fechas bonitas; el tiempo se vuelve cálido como un buen abrazo en el momento oportuno por esta época, y cumplen años recuerdos que, sinceramente, me siento muy afortunado de poder recordar.
Brindemos por ello.
Y tú, ¿has sonreído hoy?