lunes, 22 de noviembre de 2010

Right decision

A veces cuesta dejar atrás los fantasmas del pasado, desvincularse de eso que nos molesta o agobia y que no nos deja vivir tranquilos y felices, agusto con nosotros mismos. Es en esos momentos cuando se deben tomar decisiones, ser valiente y coger al toro por los cuernos para que no nos vuelva a pillar; otro revolcón por la arena sería muy duro, así que no hay que permitirlo.

Igual de cierto que lo dicho anteriormente es que esas decisiones siempre son, por lo general, las más difíciles de tomar. Y lo son hasta que un día, sin saber muy bien cómo o por qué, lo haces. Y ese día cambia tu vida, o al menos a mí así me pasó. Meses mas tarde (no muchos), y como resultado de aquella decisión crítica (no me imaginaba en aquel momento las repercusiones que iba a tener en mi vida) recibí un mensaje que podría haber sido perfectamente uno más, pero por alguna razón ese mensaje, en aquel momento (hace ya muchos meses) cambió por completo las cosas y encarriló nuestras vidas hacia un lugar diferente, sólo que ninguno de los dos lo sabíamos por aquel entonces. Creo que todo sucedió en el momento justo, con el ritmo apropiado y en la dirección que tocaba, aunque bien es cierto que podría haber tomado otro rumbo completamente distinto, o incluso quedarse en eso, en una noche rara y loca, pero, por fortuna, no fué así.

Hoy hace más de un año que me desperté con ganas de cambiar las cosas, y considero que aún no me encuentro en condiciones de poder afirmar que realmente he conseguido lo que me propuse aquella mañana, pero creo que voy por el buen camino... Hace ya más de 100 días que salí de casa, me despedí de mis padres, de mis amigos y de la persona que me envió aquel mensaje, y lo cierto es que he vivido muchas experiencias y situaciones desde entonces que me ayudan a pensar que así será, creo que mi visión de algunas cosas ha cambiado en muchos aspectos y, aunque otros los añoro con fuerza (cosas de la distancia), tengo la sensación de haber tomado la decisión correcta; sin duda ha sido cara (y aún lo seguirá siendo un tiempo), quizá un poco arriesgada, pero en cualquier caso ha sido acertada.

Todo esto, y algunas cosas más que me vienen ahora mismo a la cabeza, me hacen pensar en el fin de un ciclo, en que estoy poniendo punto final a una etapa de mi vida. Y sinceramente supongo que así debe ser; el tiempo pasa, a veces más lento de lo que debería, a veces volando, pero pasa y hay que aceptarlo. Hay que mover ficha y avanzar, cambiar de aires, seguir adelante con la vida y enterrar algunas cosas del pasado para abrir paso a las del futuro, que son las que nos tocará afrontar mañana, así que cuanto mejores sean, mejor.

Dentro de relativamente poco me tocará volver a encarar las mismas cosas de siempre, con un poco de suerte sólo las buenas, y a disfrutarlas de nuevo, pero esta vez sabrán distinto, con un ligero toque delicioso que creo que durará mucho tiempo, no sé por qué, pero me lo veo venir...

Algo me dice que, dentro de no mucho, lo mismo de siempre sabrá mejor que nunca y, probablemente, así seguirá siendo durante mucho tiempo... Veremos.




Y tú, ¿has sonreído hoy?