lunes, 29 de marzo de 2010

Bendita locura...

A veces no sé si calificarlo de locura, insensatez, despreocupación, irresponsabilidad... Llamadlo como queráis, pero a todos se nos da esta situación en uno u otro momento de nuestras vidas, y a ver quién es el guapo que se atreve a decir lo contrario.

A mí me tocó el turno este fin de semana. Y no me refiero a la embriaguez típica de un Sábado alocado (que no fue tal, si no excesiva), si no al hecho de encapricharme, insistir, persistir y conseguir mi objetivo. Así fue porque me apetecía (los borrachos y los niños nunca mienten) y porque tenía motivos para ello, antiguos, fundados, latentes y reavivados. Lo cierto es que lo disfruté, pero me prometí a mi mismo disfrutarlo más la próxima vez, porque hay cosas que se pueden disfrutar mucho, y esta es una de ellas. Me apetecía enormemente, luché por ello sin mucha capacidad de raciocinio y salí exitoso, pero me queda ese sabor agridulce de un buen resultado atenuado por una mala actuación (que lo fue), el sentimiento de poder haberlo hecho mucho mejor, y el resquemor típico y obligado en estos casos... ¿Y ahora qué? Sé que no es lo que debo hacer (o tal vez sí), ni lo correcto en estos casos, pero me apetece mucho hacer una llamada perdida, enviar un mensaje o simplemente transmitirle a esa persona que pienso en lo que pasó y que lo recuerdo con una gran sonrisa en la cara, y con los ojos radiantes, feliz. Fué una locura, pero lo repetiría sin dudarlo ahora mismo, una y otra vez...

Bendita locura...



Y tú, ¿has sonreído hoy?

viernes, 5 de marzo de 2010

La vida sigue

Pasa el tiempo y pasan cosas. Algunas sospechas o ilusiones se confirman, otras se desmienten, nacen otras nuevas... En resumen, la vida sigue adelante. Hoy escribo únicamente por placer y por nostalgia, porque hacía mucho que no lo hacía, porque lo echaba de menos y porque me apetecía hacerlo, aunque seré breve.

He dicho anteriormente que la vida sigue adelante y eso es un axioma, hemos de tenerlo siempre presente y planear nuestros movimientos siempre con esta idea bien presente, no podemos cometer la osadía o la insensatez de pensar que el mundo únicamente depende de nosotros, que si las cosas nos salen bien todo irá bien y viceversa. No. Siempre hay vencedores y vencidos, beneficiados y perjudicados, incluso cuando a nosotros nos beneficia una situación, siempre hay alguien que sale perjudicado de ella, pero claro, a nosotros eso no nos importa si no nos toca. El mundo en el que vivimos, globalizado, consumista, pretencioso y ambicioso nos obliga a pensar así, sin darnos cuenta nos moldea y nos inculca esa doctrina, que no digo que sea buena ni mala, simplemente es la que es y contra eso no se puede luchar, o si se puede es tan difícil ser exitoso en el cometido que simplemente no vale la pena el esfuerzo.

En definitiva, lo realmente importante es lo que es; el calor del hogar, la tarde con los amigos, la sonrisa de esa persona que sin saberlo (o con toda la intención) nos alegra el día, la compañia adecuada en el momento oportuno... Ese tipo de cosas, esos pequeños detalles que a mí personalmente tanto me gustan y tanto aprecio y disfruto, y de los que ya he hablado en otras ocasiones, esos son los que hay que intentar cuidar, y si no podemos disfrutarlos hoy porque nos ha tocado ser parte de los vencidos, no pasa nada, la vida sigue e irremediablemente, vendrá una nueva oportunidad.




Y tú, ¿has sonreído hoy?